en la oscuridad
hacia la tormenta,
mis ojos,
mi mente,
mis emociones,
se nublan.
Se quedan mirando fijamente
en dirección a la nada,
una nada iluminada
por un par de faros
que en apenas unos metros
se difuminan.
Se pierden
absorbidos por un asalto
que me llama,
me entiende,
me calma.
Absorta en mis pensamientos
apenas observo;
me dejo llevar
por la carretera un momento.
La oscuridad de la noche
penetra sin previo aviso
en el interior de mi coche.
Se llena de luces la oscuridad
que me atrapaba hace un momento.
La calma se convierte un tormento.
CLMS
7-12-2021