que ve luz donde no la hay
para no tener que someterse
a tantísima oscuridad.
El cuerpo la sigue,
por infinidad de caminos
que a veces, sin querer,
lo destruyen.
Pero cuando esa mente
quiere despertar
y no se lo permite
un órgano muy especial,
se queda, irremediablemente,
perdida en esa oscuridad.
¡Despierta!
Le grita un cuerpo
que poco a poco se desvanece
por no querer continuar
avanzando en las tinieblas
de su debilidad.
¡Despierta tú!
Añade una mente
al filo de la eternidad,
yo prefiero estar dormida
que darme cuenta de la realidad.
CLMS
©️Catalina Laura Muñoz Serrano
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