las estrellas brillaban
más que en ningún sitio,
la luna siempre me ofrecía su mejor cara,
y la calle, esa calle era mi hogar.
Los pájaros siempre cantaban al alba,
las mariposas se acercaban a saludar,
pero allí, no llegaba la brisa del mar.
El reflejo desvelaba mi sueño
pero allí, era hermoso soñar.
Quién observará ahora la luna,
quién llorará junto a tu balcón,
quién te llegará a amar tanto
como lo hice yo.
CLMS
27-12-2020
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