y a valorar el miedo,
que las caídas sólo servían
para empezar de nuevo.
Sobre ruedas experimente la libertad
y fui conociendo cada parte de mi cuerpo,
unas veces por la movilidad absoluta
otras veces por dolor del bueno.
Sobre ruedas huí de mis sueños,
algunos por convertirse en pesadillas,
otros por ser demasiado pequeños.
Era muy pequeña
y las ruedas me hicieron creer en mí,
pues cuando las llevaba,
no había dudas,
no había nervios.
Era pequeña y las ruedas
formaron parte de mi cuerpo.
Daba igual lo que ocurriera,
mientras fuera a toda velocidad sobre ellas
se frenaban los sentimientos,
desaparecían las malas noches,
y se acababa el sufrimiento.
Gracias a ellas descubrí
que la velocidad y las ruedas
me harían sentir viva,
forjarían mi camino,
pero que sólo bastaría un descuido,
para no llegar
a mi verdadero destino.
CLMS
14-03-2021
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