aquellos que luchan por la educación,
docentes que se adaptan a todo
y, cada uno a su modo,
saca adelante un año escolar
con todo lo que esconde detrás.
Pasaremos frío en las aulas,
pasaremos frío en el corazón,
pues nos faltarán muchos momentos
pero no la inspiración.
Buscaremos mil programas
para que nuestros peques
aprendan con ganas,
y no podremos darles abrazos
pero nuestros gestos
seguirán formando grandes lazos.
Pasarán días como hoy
en los que el viento sople
con tanta fuerza,
que una de tus alumnas
le grite al aula una ilusión,
¿Habrá venido este viento,
que sopla así de fuerte,
a llevarse el coronavirus
hasta un lugar que nadie lo encuentre?
Y por su seguridad
no te quieres acercar
pero sin darte cuenta les tienes la mano cogida
para que la caligrafía
no la hagan irregular.
Las mascarillas,
tantas horas seguidas
no nos dejan respirar,
y cuando intentamos enseñarles
aunque sea una poesía,
parece que nos vamos a ahogar,
por no hablar del momento de ansiedad
cuando un alumno te tose encima
y te imaginas su baba
por toda la mascarilla.
Queridos docentes
este no es un curso normal,
pero sé que somos fuertes
así que enseñaremos esa fuerza
que nos lleva a diseñar
nuevos planes y proyectos
para que la enseñanza de estos niños
nunca se quede atrás.
CLMS
22-1-2021
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