que siento que se me va la vida
sin mirar los minutos sino las horas,
que no tengo prisa
y espero paciente
a que llegue el siguiente día.
Sí, ahora,
que recuerdo cada herida
sintiendo de nuevo el dolor
pero no estoy hundida,
y camino hacia el mañana
sin sentirme un alma perdida.
Ya ves, ahora,
que debería haber caído
sin sentir dónde está el suelo,
hasta volverme loca
por ser el pececillo
que ansiaba morder el anzuelo.
Quizás ahora sea el momento,
de pararme en la estación
a ver venir ese tren
que esperé con anhelo,
ver como se detiene
y dejarlo ir sin arrepentimiento.
Aquí y ahora es,
que me busco en el reflejo
y lo encuentro.
Arrugada, herida, entristecida,
pero caminando con fuerza
por las nuevas líneas de mi vida.
CLMS
12-11-2021
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