El destino,
ese que a veces no sabe ni por dónde andas,
que nunca está atento de las amenazas
y siempre te cierra las puertas
en las que entrarías con más ansias.
Y camina contigo
lamentando el olvido
que del pasado
tiene el futuro,
y sonríe travieso
aunque camine inquieto
buscando a tu lado
un nuevo amuleto.
Ese,
que observa esperando a que te caigas,
a que llegues tú antes que el mañana
que se enreda entre tus sábanas;
ese, que nunca te dice nada.
Y te mezcla con el viento
de un otoño en detrimento,
buscando en silencio
los labios ardientes
que guardan lo recuerdos
de una mente envejeciendo,
y tu boca vuelve a buscar
mis besos por un momento.
Él,
que sabiendo lo que ocurriría, te remueve,
y te lleva a temblar de nuevo como aquel día,
y mientras observamos como llueve
no dejan de cruzarse tu mirada y la mía.
CLMS
1-11-2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario