me enseñaron
a no alejarme,
a aguantar el dolor.
Una caída sin fin
es la que admiro,
con miedo a estrellarme
más que a no terminar vivo.
Hace ya mucho tiempo
que aprendí a extrañarte,
no es algo nuevo
está grabado en lo vivido.
Mirar tus ojos
o rozar tus manos
de recién nacido
es el sueño dormido.
Pero no me despiertes
deja que sueñe un poco más,
hasta que pueda tenerte
por toda la eternidad.
Mientras, te llevaré
en las canciones
y en las letras escritas,
te llevaré en esa lucha
que nunca termina.
CLMS
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