tú eres el pulmón de la humanidad pero nadie te cuida,
aunque nos das tanto
todos te olvidan.
Querida mía,
hace tanto que no te siento,
pero oigo tus gritos desde el silencio,
esperando que de nuevo
vaya a tu encuentro.
Tenías un verde poderoso,
ahora perdido,
cada vez hay más tierra
y menos pinos,
imposible era ver el cielo entre sus ramas,
esas que ahora secas en el suelo descansan.
Si un incendio sucediera,
no habría más culpable que aquellos
que cuidarte era su deber,
pues todo lleno de madera
los pinos tienen a sus pies.
Aún así sigues tan bella,
imposible de olvidar,
al igual que los ojos rojos que entre los pinos
me observan al caminar.
CLMS
6-2-2021
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