Cada noche imagino tus besos cerca de mi boca
pero están tan lejos,
cada noche recuerdo cada arruga de tus labios,
esos que nunca he besado,
esos que siempre he deseado.
Cada noche, mientras duermo, puedo sentirlos
pero no sé cuál es su sabor;
puedo imaginar su suavidad
y el calor del aliento de tu boca,
puedo observarlos, pero no se tocan.
La delgada línea del tiempo
nunca me permitió llegar hasta ellos,
los veo,
los siento,
pero no los tengo.
Quizás sea verdad que existen diversas líneas temporales
y que a veces, solo a veces,
somos capaces de sentir lo que ellos sienten;
si alguna vez se cruzan,
quiero que graves en tu mente
que mi yo de aquí,
te tiene muy presente.
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