y siempre esperamos;
habrá vida para solucionarlo.
No es hasta el día
que sabes que todo se termina,
que el tiempo se extingue
porque el reloj lo devora,
que empiezas a sentir.
Entonces,
el aire acaricia tu cara
y sientes el baile
de las olas del mar.
Las horas avanzan
aunque te hayas quedado
en la línea mortal.
Entonces,
no hay niebla que ciegue mi mirada,
ni agua que ahogue mis palabras,
no hay vacío que parezca más inmenso,
ni tanto espacio entre tú y yo.
¿Por qué estás tan lejos?
Entonces,
el cielo es hermoso,
las nubes te hablan de día
y por la noche, por la noche
las estrellas siempre iluminan;
iluminan la oscuridad que se avecina.
Solo en ese mismo momento
la música se mete en el alma
y con el pecho en llamas ¡gritas!
lanzándote al vacío
que a cada paso evitas.
CLMS
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