El dolor me atravesaba el pecho
no podía compararlo con nada;
no me dejaba respirar,
me ahogaba.
Creía que algún día se iría,
que si seguía sin mirar atrás
volvería a poder respirar,
pero eso, era lo que creía.
Caminé con aquel enorme dolor,
estudié, trabajé,
salí adelante,
pero ahí seguía.
Entonces,
descubrí que a través de las palabras
el dolor disminuía,
se quedaba atrapado en el papel
cada vez que escribía;
me dejaba respirar
cuando pensaba en otra poesía.
Una entre tantas yo me creía,
¿una entre cuántas?
fue lo que tuve que asimilar aquel día.
28-2-2021
CLMS
Por el día mundial de las enfermedades raras.
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