pero en realidad
todo estaba despejado.
¿Eran las nubes las que me rodeaban?
O era mi aura.
Las grietas de mi piel
empezaban a cicatrizar,
pero no había cemento
que las pudiera cerrar.
Las heridas curan desde dentro,
me decían,
pero no es desde dentro de la piel,
es desde el interior de ti misma
y es la única opción que puedes tener.
Da igual las heridas,
o las arrugas de la piel,
da igual las heridas
o las cicatrices que puedas tener,
da igual,
si tú las sigues queriendo tener.
Piensa libre,
actúa conforme a lo que piensas,
y defiende a muerte
las líneas que llevas
marcadas en la piel,
o marcadas en el corazón;
al fin y al cabo,
marcadas en el alma
por siempre las llevaré yo.
CLMS
12-3-2021
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